ESPECTADOR

Coincidimos divagando en el placer.
Para gloria de la bohemia ,no nos afecta la rídicules,
hayamos complacidas la fricción
de las formas vivientes del corazón,
los manantiales,los frutos redondos,
lo intimamente húmedo y espiritual.
Hemos comenzado lo ineludible,
la morbida escena del cuerpo vivo,
el deleite y la sensación de la carne,
la furia cósmica de dos animales pensantes,
revolucionados al calor contra el aire,
el delicioso fraude a la ternura,con la exquisita pasión.
Inundamos espacios y mentes
de espasmos compuestos del rosado deseo;
poseídos nuestros órganos sugerentes,
de humana y natural belleza,
estocada de flecha exclusiva
de fina estructura sentimental,
sencillamente estan clavados sobre el alba,
convertidos en latifundio de pasión.-